viernes, enero 04, 2008

Tú puedes




Así como todos los cuentos empiezan, diría había una vez en un país lejano, donde los valles y el bosque se pierden entre sus inmensas hojas, paseando por cierto lugar y después de subir grandes montañas. Ada se perdió distraída por la hermosa belleza del paisaje, salió muy temprano hacía frió, abrigada con su anorak, gorro, bufanda, guantes, botas de montaña. La hierva mojada con el roció de la mañana eran comparables a diminutos diamantes que brillaban a su paso, el aire aunque helado acariciaba su cara disfrutando cada instante cada momento mientras los árboles se movían salpicándola con pequeñas gotas, se oyó una voz muy tierna casi impredecible al oído humano, solo Ada que desde su niñez tenía como le explicaba su abuela Ángela su “Don” podía percibir “Tú puedes ser más feliz”. ¿Quién eres? ¿No veo tu presencia? ¡Estoy perdida! Soy el guardián de este bosque, has venido por respuestas yo te las daré, ¿Ves aquel pájaro que está en el árbol más alto? Ada como si de algo normal se tratase contestó: si lo veo ¿pero no se tu nombre como recurriré a ti? Me llamo Menal y desde ahora te doy amor, luz y energía sigue las hojas que se mueven con el viento yo te guiaré, todo quedó en silencio y un leve viento levantaba las hojas a su paso, estaba cerca de el gran árbol que parecía más lejano mientras pensaba ¿Qué necesitará de mí?. ¡MENAL! Estoy aquí, ante el asombro de sus ojos si es que podía sorprenderle algo la imagen de un hombre con barba blanca y túnica dorada la esperaba, quiero presentarte a alguien que añoras desde hace tiempo y quiere verte, detrás del tronco del árbol una niñita preciosa de inmensos ojos marrones la saludaba con su manita ¿Cómo te llamas tu preciosa? Me llamo Alegría quiero encontrar el camino de regreso a casa, pues yo también estoy perdida ¿cual es tu casa amiguita? Está dentro de ti en tu corazón y tu alma estoy aquí para ser las dos en una, para que estemos siempre juntas, solo así encontrarás el camino de vuelta. Ada abrazó fuertemente al espíritu de la alegría y se fundieron en una, sus lágrimas ahora eran de felicidad. Menal con voz sabia le dijo puedes volver cuando te sientas perdida te haré otro obsequio pero siempre que lo necesites de verdad ahora vuelve a tu casa la encontrarás alegría te ayudará.

Mari

Reflexión: introducir siempre ¡Alegría en vuestros corazones!.

Un beso os quiere Mari

1 Comment:

Anónimo said...

Muy hermosa la fabula. Cierto, la alegria indispensable para afrontar el día a día.

Assun

 
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