Raras veces me duermo sin rezar.
Aunque mis ojos intenten cerrarse intento meditar.
Pido y oro por aquellos que no tienen pan.
Por aquellos que buscan la paz.
Sumergida en mi subconsciente como delfín en la mar.
Recuerdo a los que se han ido al más allá.
Replique de campanas suenan sin cesar anunciándome que están en la paz.
Entonces el sueño me abraza y me acuna con una nana para esperar la mañana.
María Del Valle.
Un beso os quiere Mari.
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